Desde los años 80 comenzó el auge de la alimentación funcional debido a descubrimientos científicos que avalaban sus nuevas posibilidades. También influyó el avance en tecnología alimentaria, el crecimiento del coste en sanidad debido al aumento paulatino en la esperanza de vida de la población.  El consumo de alimentación funcional también ha aumentado debido a que el consumidor quiere mejorar su calidad de vida y a que cada día hay un mayor conocimiento en la relación dieta-salud.

Seguro que hay personas que no saben qué es un alimento funcional, por ello quiero detallar lo mejor posible su definición, para que se pueda valorar el uso de estos alimentos en la dieta diaria.

¿Alimento funcional, alimento inteligente?

Es un alimento el cual contiene compuestos biológicamente activos que  ofrecen beneficios para nuestra salud, pudiendo reducir también el riesgo de enfermedades. Es decir, aportan componentes,  nutriente o no nutrientes, con efecto selectivo sobre una o varias funciones de nuestro organismo. Tienen un efecto añadido por encima de su valor nutricional, y los efectos positivos de los alimentos justifican que pueda reivindicarse su carácter funcional.

Pueden ser alimentos naturales o modificados, ya sean enriquecidos con ácidos grasos, vitaminas, minerales, sustancias antioxidantes, fibra… o bien alimentos del tipo: bajos en colesterol, sodio, en kcal etc. En definitiva, que nos aportan efectos beneficiosos para la salud.

¿Cómo se convierte un alimento en alimento funcional?:

  •  Eliminando un componente conocido en ese alimento que causa un efecto no beneficioso, como puede ser la eliminación de una proteína alérgica.
  •  Aumentando la concentración de un componente presente en el alimento de forma natural hasta un nivel en el que se produzca el efecto deseado, como puede ser el componente omega 3.
  •  Añadiendo un componente no presente en la mayoría de los alimentos y que tiene un efecto beneficioso, por ejemplo añadiendo oligosacáridos prebióticos  como puede ser la inulina.
  •  Reemplazando un componente cuya ingesta es normalmente alta y que tiene un efecto nocivo por otro componente que tiene un efecto beneficioso para el organismo, un ejemplo de esto sería reemplazar los ácidos grasos saturados en la leche entera por ácidos grasos omega 3.
  • Aumentando la biodisponibilidad o estabilidad de un componente que produzca un efecto beneficioso o que reduzca el riesgo de padecer una enfermedad.

¿Y por qué, como muy bien anuncia el título, este alimento puede ser una muy buena opción en nuestro día a día?

La vida cada día va con más prisas y por tanto está más que demostrado que comemos en horarios desajustados, con dietas desequilibradas y no es porque no queramos cuidarnos, si no por la falta de tiempo a la hora de controlar que ingerimos todas las vitaminas y minerales requeridas por nuestro organismo, el cual es la máquina que debemos cuidar porque nos acompañará el resto de nuestra vida.

A continuación os enumero algunos de las aplicaciones que puede aportarnos un alimento inteligente o funcional en nuestra dieta diaria.

  • Interviene en nuestro crecimiento, desarrollo y diferenciación celular, como puede ser un alimento con un componente prebiótico (inulina) sobre nuestra flora intestinal.
  • También actúa regulando nuestros procesos metabólicos, ayudando de esta forma a nuestro organismo, por el aporte que puede tener en vitaminas y minerales, de las cuales podemos tener déficit por nuestro hábito rápido de vida.
  • Este alimento también puede defendernos ante agresiones oxidativas, debido a su contenido elevado en vitamina E, vitamina la cual destaca por su poder antioxidante y cicatrizante.
  • Un alimento funcional ayuda a prevenir de enfermedades cardiovascularesgastrointestinales y de reduce los factores que inducen a padecer cáncer.
  • Y también interviene en el comportamientoaprendizaje y rendimiento mental por su aporte en minerales como puede ser el aporte correcto de fósforo diario.

Por todo ello, como Dietista-Nutricionista, creo que con las herramientas que se nos ofrecen debemos cuidarnos a través de una dieta equilibrada, especialmente rica en frutas y verduras, siguiendo la pirámide de la alimentación,  y/o haciendo uso en nuestra alimentación de estos alimentos funcionales que nos ofrece el mercado actual porque son una buena opción y pueden hacer más saludable  nuestra dieta. Algunos ejemplos de alimentos funcionales: cereales de desayuno fortificados, yogures con fitoesteroles, batidos con prebiótico, tortilla sin colesterol, risotto sin gluten, leche sin lactosa, leche rica en omega 3 etc.

¡Siempre podemos nutrirnos correctamente!

Alba Gómez

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